Comenzó con un buen día soleado y conociendo a los nuevos compañeros: de Holanda, Dinamarca, Grecia y Francia, así como a nuestra organizadora Rita. Ella nos explicó las diferencias entre la cultura intangible y la tangible, que son cruciales para que las comunidades tengan su propia identidad y también un sentido de pertenencia para los individuos. Es realmente interesante cuando empiezas a conocer otras culturas y comienzas a apreciar más la tuya propia.
Me sorprendió mucho saber que una gran cantidad de islandeses creen en criaturas mágicas como los elfos, los trolls, gigantes... y la explicación de las personas que viven lejos y que tienen que sentirse seguras por algo más allá de ellos mismos, cobra sentido.
Después de la introducción, fuimos a un restaurante local para almorzar donde la comida era tan deliciosa que casi lloro de felicidad. Los trabajadores estuvieron muy atentos y fue una buena oportunidad para hablar con los otros participantes del curso.
Por la tarde fuimos al museo Saga, que está dirigido por una familia y todo fue creado por ellos. Aprendimos sobre la historia en esta isla aislada: muchos irlandeses fueron traídos por la fuerza, también sobre la importancia de la religión, las vidas de las personas, incluso las formas de castigo. Después de la visita, viajamos en el tiempo y nos vestimos como vikingos, nuestro niño interior disfrutó muchísimo.
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