26/04/2019
Hoy tenemos la gran oportunidad de asistir a la escuela pública de primaria y secundaria Sjálandsskóli, 6 kilómetros al sur de Reykjavík. Una profesora de tercer curso nos hace un pequeño tour por los lugares más interesantes: la piscina climatizada, la clase de arte (cada vez le dan más énfasis a esta asignatura), que incluye taller de costura, pintura, trabajo con madera, todo tipo de formas creativas; las clases con paredes de cristal donde cada niño trabaja por su cuenta una vez la lección ha sido explicada; la clase de música con todo tipo de instrumentos...
Otra cosa que me llamó la atención fueron los auriculares para trabajar concentrados que cada niño elige usar en cualquier momento en tiempo de auto estudio.
Hablé con niños de 6 años una completa conversación en inglés, me sorprende su nivel académico y a la vez su madurez para dirigirse a un adulto con respeto y decisión.
Otro tema que me hizo reflexionar bastante fue la autonomía que poseían estos niños a la hora de desenvolverse en el aula, de organizarse en sus tareas y de respetar sus ritmos y los de otros. Me parece que debemos plantearnos en general si estamos subestimando las capacidades de nuestros alumnos y si somos los docentes y toda persona que se hace cargo de su educación responsables de que no muestren mayor autonomía por falta de confianza en ello.
Reflexión del curso:
Hemos tenido la oportunidad de conocer la cultura islandesa desde una perspectiva muy cercana: aprender su amor y respeto por la naturaleza, lo que los hace también respetuosos con otros seres humanos. Algo que todos podemos construir y transmitir a nuestros estudiantes y comunidad escolar. Después de visitar la escuela el viernes, me di cuenta de lo importante que es para los maestros continuar con nuestra formación, compartir con otros, nuestro aprendizaje constante. A menudo tendemos a quejarnos por la falta de recursos, las actitudes desmotivadoras ... pero siempre hay algo que podemos hacer para mejorar cualquier circunstancia o situación en la que nos encontremos. Me siento muy agradecida por tener la oportunidad de hacer este curso. ¡Muchas gracias Rita!